Diego Méndez
Redacción deportiva de Radio Rebelde
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Honor a quien honor merece III
6 de noviembre de 2009, 11:03 a.m.
La Habana, Cuba.- De los deportistas cubanos en la Revolución podríamos estar escribiendo todos los días durante meses y no nos alcanzaría el tiempo, incluso, esto nos pasaría si lo hiciéramos solamente de los peloteros; pero bien, he dedicado dos trabajos a grupos muy específicos de nuestros mejores jugadores de Béisbol y hoy me ocuparé de una posición clave: la receptoría.
No recuerdo equipo que haya ganado una Serie Nacional que no contara con un buen receptor, es una posición esencial. No es que tenga que ser el mejor, no, pero para aspirar a la victoria hay tener un buen pelotero guiando a los lanzadores, detrás del home y atento a todas las jugadas.
En 49 temporadas del Béisbol revolucionario hemos tenido muy buenos receptores, no podemos mencionarlos a todos; no obstante, trataremos de referirnos a los más significativos.
Por ejemplo, de las primeras Series hay que resaltar, al menos, tres casos: Ricardo Lazo, Ramón Hechavarría y Bárbaro Rosales. El capitalino Lazo, todo un maestro con la mascota, el santiaguero Hechavarría, un poco más ofensivo, sobretodo, con más poder, y el matancero Rosales, muy completo.
Después tenemos que mencionar a Lázaro Pérez y a Evelio Hernández. El primero jugaba en la capital, se fue para Las Villas y se convirtió en el mejor receptor cubano de esos años; mientras que el caso de Evelio fue parecido: desistió de jugar por La Habana y en Matanzas llegó a ser el primero de Cuba.
Luego debemos mencionar al pinareño Juan Castro, al que muchos consideran el gran maestro de la receptoría, y al villaclareño Alberto Martínez, otro estelar con la mascota.
Quizás debamos relacionar después al capitalino Pedro Medina, muy bueno en el plato y un bateador temido, muy oportuno.
Y ya en la actualidad, al villaclareño Ariel Pestano, el espirituano Eriel Sánchez y el santiaguero Rolando Meriño. Un excelente trío, que sin duda encabeza Pestano.
Pero claro la historia no queda en ellos, ahora despuntan con mucha fuerza, el pinareño Yosvany Peraza, el espirituano Yenier Bello y nos hablan muy bien del tunero Osdanis Montero.
En definitiva, el mayor reconocimiento y agradecimiento a estos que han contribuido a escribir hasta nuestros días la rica historia del Béisbol revolucionario cubano y los mejores deseos a esos que al parecer serán los encargados de defender la receptoría en los próximos años. A todos, FELICIDADES.
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